En tiempos recientes, se han publicado numerosos artículos acerca de la efectividad de los enjuagues bucales previos al procedimiento para reducir cargas virales. Aunque existen artículos nuevos acerca de este paso, se trata de la misma medida que muchos de nosotros aprendimos hace años. Para muchos de nosotros, los enjuagues bucales previos al procedimiento han ocupado un lugar importante al inicio de nuestras consultas durante bastante tiempo.
Algunas cosas no cambian
Creo que quienes estamos en el campo de la odontología podemos sentirnos orgullosas y orgullosos de las precauciones que hemos estado tomando durante años. Nuestras rutinas se han vuelto tan repetitivas que probablemente las podríamos hacer con los ojos cerrados (aunque jamás lo intentaríamos).
Los enjuagues bucales previos al procedimiento son una de las cosas que hemos estado haciendo como parte de los preparativos para tratar a nuestros pacientes. Son un paso que tomamos para reducir la carga bacteriana en la saliva. En 1991, se descubrió que usar un enjuague bucal doble con gluconato de clorhexidina (CHX) al 0.12 % puede reducir la carga bacteriana en un 97 %, un resultado que permanecía durante 60 minutos durante procedimientos de raspado y alisado radicular. Los enjuagues bucales previos al procedimiento también fueron recomendados junto con otras medidas en una revisión para reducir las cargas bacterianas en aerosoles al momento de administrar cuidados dentales.
Pero ¿qué usar?
Aunque el tipo de enjuague bucal puede variar de consultorio en consultorio, el objetivo es el mismo: reducir la carga bacteriana en la saliva para disminuir la cantidad de bacterias presentes en los aerosoles que se generan durante los procedimientos. También hay consideraciones como el sabor y la eficacia que juegan un papel al momento de decidir qué enjuague usar. Los enjuagues bucales que se usan en casa también se eligen por diferentes razones. Los ingredientes activos que contienen muchos de estos enjuagues también han tenido resultados efectivos al usarlos como enjuagues bucales previos al procedimiento (un uso no indicado). De acuerdo con un estudio, el CHX redujo la carga bacteriana en aerosoles en un 77 % en comparación con un caso donde no se usó ningún enjuague. Una revisión de enjuagues bucales con CHX, cloruro de cetilpiridinio (CPC) y aceites esenciales, se encontró una reducción general de casi el 65 %. La disminución más notoria se encontró para CHX (casi el 79 %), con una reducción ligeramente mayor del 61 % para el CPC y los aceites esenciales.
Conclusiones
- Los enjuagues bucales previos al procedimiento se recomiendan para reducir las cargas bacterianas en aerosoles.
- Los consultorios dentales han hecho uso de los enjuagues previos al procedimiento como un método para reducir la carga bacteriana durante muchas décadas y lo siguen haciendo.
- Algunos de los procedimientos recomendados son procedimientos que ya hemos estado haciendo.
No siempre tenemos que implementar dispositivos avanzados o innovadores para cuidar de nuestros pacientes. Algunas de las cosas que hacemos, las podemos seguir poniendo en práctica. Aun la más pequeña de las medidas puede marcar una diferencia.